martes, 29 de junio de 2010

LA FUSILADORA


Cristina, la jibarización castrense y los fusilamientos de Belgrano

El domingo pasado, en Rosario, Cristina Fernández rompió con un ritual que desde 1957, fecha de su inauguración, se cumplía con rigurosa puntualidad todos los años frente al monumento a la bandera:

La jura del pabellón por parte de los alumnos de las escuelas públicas y de los liceos militares asentados en la provincia

Por pedido expreso de la jefa de Estado y aduciendo razones de agenda, el personal de protocolo enviado para preparar los detalles de su llegada solicitó al gobernador Hermes Binner que esa sección fuera eliminada de los festejos.

Es la segunda vez que la Presidenta se muestra refractaria a ese tipo de ceremonias.

El mes pasado ya había pegado el faltazo al desfile del Bicentenario del que participaban, incluso, delegaciones extranjeras.

Puede que las paradas militares no sean de su agrado.

Tampoco eran del gusto de Juan B. Justo y por eso el socialista reconocía que la responsabilidad de presidir la República era un traje que no le quedaba cómodo:

sus ideas le impedían ser comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y mantenerse serio en un Te Deum, solía decir.

Así fue que, en este 2010, por ejemplo, el liceo Aeronáutico juró la bandera a las 8.30 de la mañana del domingo en las instalaciones de su unidad; del programa de actividades fue borrada la tradicional revista de tropas; el desfile cívico-militar quedó reducido a minúsculas representaciones de las tres armas, fuerzas de seguridad, prefectura, tropa con uniformes de época.

La jibarización de la presencia castrense redujo a 350 los habituales 1.300 efectivos.

En cambio, la ciudad fue copada por un impactante operativo a cargo de la task force que desembarcó junto a la Presidenta en ese territorio electoralmente hostil.

Si la idea del oficialismo era poner en marcha una maniobra de saturación para que nada discutiera el protagonismo político de Cristina Fernández, lo logró:

las inmediaciones del Parque Nacional de la Bandera se cubrieron de carpas y oficinas de campaña, despachos móviles para obtener en trámite urgente el Documento Nacional de Identidad; un Centro de Acceso Rápido a la Justicia, un taller de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, una dependencia volante de la Anses para brindar asesoramiento acerca del plan de Asignación Universal por Hijo y la entrega personalizada y con carácter simbólico de cuatro netbooks por parte de Cristina Fernández a otros tantos estudiantes secundarios.

Un ejército de individuos con handies se movió alrededor del palco a cuyo frente se distribuyeron hombres y mujeres llegados en colectivos desde Buenos Aires.

Unos y otros garantizaban que ninguna voz disidente se levantara para empañar el día presidencial.

El dispositivo y la posterior intervención de la Presidente hicieron pensar a muchos que se ensayaba una estrategia para afrontar los meses venideros y Rosario podía ser el banco de pruebas.

El plan tenía, aunque le levante ampollas a la jefa de Estado, un diseño militar:

ocupación del territorio seguido del mensaje propagandístico.

Y en este último predominaron dos elementos:

el elogio del conflicto y un populismo cargado de contradicciones.

Más allá del tremendo error conceptual de preguntarse “díganme si no es una desgracia nacer en un hogar pobre”, la presidente se empeñó en mostrar un Manuel Belgrano no “dulcificado” por la tontera historiográfica y habló del Exodo Jujeño, de los humildes que lo acompañaron quemando sus miserables pertenencias para que no cayeran en manos enemigas y de los ricos que se negaron y a los que “Belgrano fusiló por traidores a la Patria”.

El tono distó de ser didáctico y se asemejó a una advertencia.

Al punto que, de inmediato, la presidente se curó en salud:

“No es levantar el conflicto por el conflicto mismo...

Pero muchas veces, cuando hay que tocar intereses poderosos (...) para poder ejercer la solidaridad con los pobres hay que tomar decisiones que molestan a los que más tienen”.

El fusilamiento es algo más que una “molestia” y esa alabanza de la tensión nada tenía que ver con el personaje homenajeado; para los Kirchner la excepcionalidad es regla y el estado de guerra la normalidad.

Belgrano, por el contrario, empleó la violencia muy a su pesar y en situación límite.

Lo hizo no sólo contra los ricos sino también con los pobres que se resistieron a sacrificar sus pocas cabras, porque --y allí radica el populismo de la presidente

La pobreza puede ser un atenuante pero no es un estado de beatitud.

El jefe del Ejército del Norte era implacable en el combate pero no era un perseguidor; tuvo el don de la generosidad con los derrotados de Tucumán y eligió siempre el diálogo, aunque lo intuyera infructuoso.

La Presidente pudo haber contado, porque ciertos ejemplos hacen de la política una profesión honorable, que el abogado que asumió contra su naturaleza un destino militar era hijo de uno de los hombres de mayor fortuna de Buenos Aires, llegó al poder riquísimo y se alejó de él en la miseria.

No es un cuentito que a falta de dinero, pagó con su reloj al médico que lo atendía.

Lic Susana Viau

lunes, 28 de junio de 2010

QUIEREN PROFUNDIZAR LA PERSECUCIÓN A MILITARES

El plan organizado por H. Verbitsky se extendería a civiles.

Defensa pidió más de 300 legajos y habría otro listado.

Se intentaría teatralizar para buscar respaldo externo como parte de una maniobra más amplia y regional, anticipada por razones electorales. Cancillería ya pagó el viaje de extranjeros.

Desde hace un tiempo distintas fuentes aseguraban que el gobierno tenía en carpeta un proyecto tendiente a afirmarse en el campo político por tres motivos principales: el acercamiento del proceso electoral, la decisión de varios gobernadores de anticipar los comicios en sus provincias para evitar el arrastre negativo que significaría concurrir junto al kirchnerismo y finalmente, la certeza de que la suerte política de éste último se debilita cada vez más rápido y hasta tal punto que podría llevarlo a una derrota segura.

En consecuencia, se ha pensado en un proceso a gran escala para realizar juicios espectaculares que relacionarían todo lo actuado en la materia con nuevas instancias similares a las ocurridas hasta la fecha.

Por cierto, la maniobra se ampliaría hacia civiles emblemáticos como ya sucede y a otros de igual significado y conocidos por sus ideas contrarias al Foro de San Pablo, al llamado Socialismo del Siglo XXI o simplemente haber sido funcionarios de otros gobiernos.

En el campo militar la persecución se extendería a las jerarquías subalternas como ya sucede en varios casos y en definitiva, existe la creencia de que estos pasos generarían un rédito popular y no a la inversa como todo lo indica.

La concreción de esta maniobra vendría a confirmar la existencia de un gran proyecto regional que ha comenzado a trastabillar desde que fracasó el intento de otorgarle a Zelaya el poder absoluto en Honduras con el respaldo de Hugo Chávez y porque no decirlo, la simpatía tácticamente más menguada del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner o de Néstor Carlos, como se prefiera.

A esta situación debe agregarse el freno a la capacidad para presionar internamente en la OEA que se jugó hasta último momento, especialmente a través de su secretario general, el chileno Insulza, un socialista que ahora se llamó a transitoriamente a silencio, tras negociar su permanencia en el cargo diplomático.

Lo que dejamos señalado son componentes que contrastaron con el cambio hacia la moderación del flamante presidente José "Pepe" Mujica en el Uruguay, las limitaciones que contienen a Lula en el Brasil, el fracaso de Mockus en Colombia y el triunfo del candidato de Uribe en ese país, la simultánea afirmación de la derecha en Chile, el freno (hasta ahora) a las operaciones guerrilleras en el Paraguay y la debilidad progresiva de Evo Morales en Bolivia, factores que han determinado la necesidad de no perder el bastión que por razones estratégicas la izquierda desea establecer definitivamente en la Argentina.

Más aún, se ha resuelto que vale la pena correr el riesgo de una aguda situación contestataria que para quienes elaboraron este proyecto ofrecería buenas posibilidades a partir de la inoperancia de una oposición más declamativa que efectiva e ignorante de estas realidades, del debilitamiento de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, del abatimiento en que han colocado a las Fuerzas Policiales, del crecimiento de grupos armados como los que en el norte del país y con centro en Jujuy dirige Milagro Sala y del montaje de una legislación que favorece la inseguridad integral concebida como un factor coadyuvante al mantenimiento del poder ya ocupado.

Este resumen que dejamos consignado se complementa con el crecimiento del malestar social y otras señales de reacción a lo que sucede en este confuso escenario. Por ejemplo, la aparición en Venezuela de un Frente Institucional Militar que si bien responde a situaciones distintas a las nuestras, ofrece el denominador común de generar una resistencia activa al chavismo y su curiosa "revolución bolivariana" convertida simplemente en un activismo continental que favorece sólo a los amigos. Más aun, el Frente al que aludimos tiene la necesidad de definirse como anticomunista, circunstancia que pone de manifiesto que Hugo Chávez propicia un programa fracasado, superado históricamente, que destruye la economía y la tranquilidad social de su país.

Esto es lo que goza de los afectos del kirchnerismo.

A continuación incorporaremos el correo electrónico que explica el proyecto de Verbitsky.

A TODOS LOS MIEMBROS DE LAS FUERZAS ARMADAS EN ACTIVIDAD Y EN RETIRO

El Poder Ejecutivo solicitó a los Jefes de Estado Mayor 312 legajos de Personal de Oficiales y Suboficiales que revistaron en la ESMA Entre 1975 y 1983.

La explicación dada por el Ministro de Defensa es que no quede nadie sin Juzgar por la supuesta desaparición de 30000 personas.

Ya se están armando las carpetas con las acusaciones correspondientes para remitir a la brevedad a la Justicia. Van en etapas pero el objetivo es procesar y condenar a todos.

Con respecto a los actuales detenidos y procesados y los que van a detener en los próximos días se están llevando a cabo intensas gestiones con procuradores y Corte Suprema entre otros para presionar de manera que las condenas sean un ejemplo para el mundo anticomunista.

El Poder Ejecutivo (léase Horacio Verbitsky) quiere fabricar un Nuremberg criollo televisado al mundo entero y ya se están convocando e invitado a toda las Organizaciones de Derechos Humanos.

Por de pronto ya han llegado al país con todos los gastos pagos por la Cancillería delegaciones francesas y canadienses que están tomando contacto con los terroristas nativos.

El martes 13 llegaron a Ezeiza un número indeterminado de franceses superior a los doce conjuntamente con 4 canadienses.

El Viernes 16 llegó otro contingente de 16 franceses.

Esta gente a la cual se le ha provisto de pasaportes falsos por sus respectivas organizaciones paran en el Plaza Hotel con todos los gastos pagos y permanecerán en el país por tiempo indeterminado.

Personal de la SIDE se ocupó de que todo el contingente entrara al país sin pasar por el control de Migraciones

Verbitsky quiere fabricar un Nuremberg criollo televisado al mundo entero...

Carlos Manuel Acuña

lunes, 21 de junio de 2010

DESPUÉS DE CANCILLERÍA: ¿CRISIS EN DEFENSA?

Garré jaqueada por denuncias de corrupción y acusaciones contra Milani

La imprevista crisis que culminó con el alejamiento de Jorge Taiana de la Cancillería alimenta también las versiones sobre cambios en otras áreas.

Aparte de Amado Boudou, la otra candidata a dejar el gabinete sería la Ministra de Defensa, Nilda Garré, cuya mayor base de sustentación no es CFK -que no le tiene simpatía- sino el incluyente presidente del CELS, Horacio Verbitsky.

Garré está acumulando desgaste a varias puntas.

El negociado de la venta a precio vil de inmuebles comprados con fondos secretos de la Dirección de Inteligencia Militar puede instalarse pronto en tribunales.

Mientras tanto, toma cuerpo en Alemania el escándalo en torno a las coimas cobradas por funcionarios del Ministerio de Defensa de Argentina en un frustrado proyecto de diseño y construcción de lanchas patrulleras con la empresa alemana Ferrostaal (ver Garré implicada en un escándalo con Ferrostaal).

En la Casa Rosada estudian atentamente la situación del hermano de Garré, aparentemente muy ligado a la gestión de los retornos que se investigan.

Más denuncias

A todo esto, nuevas denuncias que circulan en el ámbito militar golpean a Garré en su flanco más débil: su estrecha relación con su mano derecha, el Director de Inteligencia del Ejército, general César Milani. Éste es acusado ahora de conspirar contra el ex Secretario General de la fuerza, General Hugo Bruera, que apenas se salvó del retiro quince días atrás, consiguiendo irse exiliado a Perú.

Milani -para forzar la salida de Bruera- habría hecho circular en la red del Ejército, el 25 de mayo pasado, mails con fotos en las cuales aparece Bruera en una reunión con la plana mayor de UATRE, el sindicato que Gerónimo Momo Venegas encabeza junto con Luis Barrionuevo, el sindicalismo duhaldista.

También las acusaciones hacen referencia al reciente blanqueo de Plantautar S.A. y Garabo S.A., las dos sociedades propietarias de los inmuebles secretos.

Según el documento que circula, habría otras propiedades de sociedades anónimas que Milani, con apoyo superior, habría hecho desaparecer por arte de magia.

Otro tema que surge es que el agente de inteligencia Fernando Ortega Zabala, el encargado de realizar las operaciones de prensa para blanquear los inmuebles, trabajaría directamente con Milani.

Este menú de acusaciones incluye también que aquél pagó, en octubre del año pasado, los pasajes para toda la familia de su amigo, el Coronel Julio Gaspio, para que viajara a Perú al casamiento de unas de las hijas del citado oficial.

Obviamente, los fondos habrían salido de la inteligencia militar.

Pasando a otro tema, el documento menciona asimismo la presunta existencia de una denuncia en Córdoba por intento o abuso de una menor, hija de un suboficial, quien habría radicado la denuncia en la comisaría.

Por último, siempre según la denuncia recibida, le imputarían a Milani, en reuniones con sus amigos, de sus excelentes relaciones con su jefa, al punto de dar detalles sobre lo ocurrido, por ejemplo, en la hostería Piedrabuena.

Alexis Di Capo


domingo, 20 de junio de 2010

MANUEL BELGRANO


Manuel Belgrano (1770-1820)

En el libro parroquial de bautismos de la Iglesia Catedral de Buenos Aires, iniciado en el año de 1769 y concluido en el de 1775, se lee al final de la página 43:

“En 4 de junio de 1770, el señor doctor don Juan Baltasar Maciel canónigo magistral de esa santa iglesia Catedral, provisor y vicario general de este obispado, y abogado de las reales audiencias del Perú y Chile, bautizó, puso óleo y crisma a Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús, que nació ayer 3 del corriente: es hijo legítimo de don Domingo Belgrano Pérez y de doña Josefa González: fue padrino D. Julián Gregorio de Espinosa”.

Nació nuestro héroe, cuarenta años antes de la gran revolución que lo inmortalizó y a la que sirviera con abnegación ejemplar.

Manuel Belgrano fue el cuarto hijo de un matrimonio que tuvo ocho varones y tres mujeres.

El padre, Domingo Belgrano y Peri, había llegado al Plata en 1751.

Era genovés. En Buenos Aires prosperó; obtuvo la naturalización; integró el núcleo de comerciantes importantes; se casó en 1757 con doña María Josefa González Casero -de antiguo arraigo en la ciudad-, y dio a su numerosa familia, educación esmerada y vida cómoda.

Los hijos correspondieron a la solicitud de los padres: sirvieron al Estado en la milicia, en la administración o el sacerdocio, con dedicación y brillo.

Quebrantos financieros en los últimos años de su vida -murió en 1795- motivados por un proceso en el cual se vio implicado sin razón, le crearon situaciones difíciles.

Los hijos se hicieron cargo de las obligaciones pendientes, al abrirse la sucesión. Y la gloria de su cuarto vástago arrancó para siempre del anónimo a este esforzado comerciante ligur que tuvo confianza en la generosa tierra del Plata.

Sus comienzos

Belgrano cursó las primeras letras en Buenos Aires.

En el Colegio San Carlos, bajo la dirección del Dr. Luís Chorroarín, estudió latín y filosofía, acordándosele el diploma de licenciado en esta última disciplina el 8 de junio de 1787, cuando ya se encontraba en España adonde lo había enviado su padre para instruirse en el comercio.

Sin embargo, fue en la Universidad de Salamanca, donde se matriculó, graduándose de abogado en Valladolid en 1793. Poco ha contado Belgrano de su paso por las aulas peninsulares.

Más le interesaron las nuevas ideas económicas, las noticias de Francia y su revolución – filtradas a pesar de la rigurosa censura -, las discusiones de los cenáculos madrileños donde se hablaba de los fisiócratas – mágica palabra – y hacían adeptos Campomanes, Jovellanos, Alcalá GaIiano.

Conoció la vida de la Corte, viajó por la Península, leyó a sus autores predilectos en francés, italiano e inglés; cultivó, en fin, su espíritu.

Cercana la hora del regreso recibió a fines de 1793 una comunicación oficial en la que se le anunciaba haber sido nombrado Secretario perpetuo del Consulado que se iba a crear en Buenos Aires.

En febrero de 1794 se embarcó para el Plata. Iniciaba, así, a los veinticuatro años de edad, su actuación pública. Hasta su hora postrera, estaría consagrado a servir a sus compatriotas.

Apoyó la creación de establecimientos de enseñanza, como las Escuelas de Dibujo y de Náutica. Redactó sus reglamentos, pronunció discursos, alentó las vocaciones nacientes y trató de dar solidez a estas escuelas, prontamente anuladas por la incomprensión peninsular.

Halló todavía tiempo para traducir un libro de Economía Política, redactar un opúsculo sobre el tema, contribuir a la fundación del “Telégrafo Mercantil”,. e interesar a un grupo de jóvenes que como él deseaba lo mejor para su patria, en los principios fundamentales de la economía política.

No descuidó, sin embargo, su tarea específica de secretario del Consulado, donde, detallada y cuidadosamente, redactaba las actas. Durante una década – agitada ya por fermentos e inquietudes — se preparó para manejar a los hombres y encauzar los acontecimientos.

El primer cañonazo del invasor inglés – que precipitó los hechos- alejará a Belgrano de su bufete, para lanzarlo a la acción.

Actitud durante las Invasiones Inglesas

El 27 de junio de 1806 fue un día de luto para Buenos Aires. Bajo un copioso aguacero desfilaron hacia el Fuerte los 1.500 hombres de Beresford, que abatieron la enseña real, mientras el virrey Sobremonte marchaba, apresurado, hacia Córdoba.

Belgrano – capitán honorario de milicias urbanas – había estado en el Fuerte para incorporarse a alguna de las compañías que se organizaron y que nada hicieron, luego, para oponerse al invasor.

“Confieso que me indigné; me era muy doloroso ver a mi patria bajo otra dominación y sobre todo en tal estado de degradación que hubiera sido subyugada por una empresa aventurera, cual era la del bravo y honrado Beresford, cuyo valor admiro y admiraré siempre en esta peligrosa empresa”.

Días más tarde los miembros del Consulado prestaron juramento de reconocimiento a la dominación británica.

Belgrano se negó a hacerlo, y como fugado, pasó a la Banda Oriental, de donde regresó, ya reconquistada la ciudad, aunque habían sido sus propósitos participar en la lucha popular.

Belgrano militar

Al organizarse las tropas para una nueva contingencia, Belgrano fue elegido sargento mayor del Regimiento de Patricios.

Celoso del cargo, estudió rudimentos de milicia y manejo de armas, y asiduamente cumplió con sus deberes de instructor.

Cuando quedó relevado de estas funciones fue adscripto a la plana mayor del coronel César Balbiani, cuartel maestre general y segundo jefe de Buenos Aires.

Como ayudante de éste, actuó Belgrano en la defensa de Buenos .Aires.

A comienzos de 1815, Manuel Belgrano abandona completamente sus funciones militares y es enviado a Europa, junto a Rivadavia y Sarratea, en funciones diplomáticas.

Conoce allí al célebre naturalista Amado Bonpland, y lo convence de venir a América, a estudiar la naturaleza y el paisaje de estas regiones.

También se destacará como diplomático, desarrollando una importante labor propagandística, cuya finalidad es que la revolución sea reconocida en el Viejo Continente.

Propuesta monárquica

Regresa al país en julio de 1816 y viaja a Tucumán para participar de los sucesos independentistas, donde tiene un alto protagonismo.

Tres días antes de la declaración de la Independencia (9 de julio de 1816), declama ante los congresistas e insta a declarar cuanto antes la independencia.

Propone una idea que contaba con el apoyo de San Martín: la consagración de una monarquía: “Ya nuestros padres del congreso han resuelto revivir y reivindicar la sangre de nuestros Incas para que nos gobierne.

Yo, yo mismo he oído a los padres de nuestra patria reunidos, hablar y resolver rebosando de alegría, que pondrían de nuestro rey a los hijos de nuestros Incas.”

No obstante, la propuesta monárquica de Belgrano no prospera, dado que habían corrido rumores de que incluía la cesión de la corona a la casa de Portugal.

Más tarde, Belgrano seguirá desarrollando una ardua actividad político-diplomática: por ejemplo, será el encargado de firmar el Pacto de San Lorenzo con Estanislao López que, en 1919, pondrá fin a las disputas entre Buenos Aires y el litoral.

Además, volverá a encabezar el Ejército del Norte, en el cual, gracias a la fama que gozaba entonces como jefe y patriota, será vivamente admirado por la tropa.

Sus últimos días

Aquejado por una grave enfermedad que lo minó durante más de cuatro años, y todavía en su plenitud, el prócer murió en Buenos Aires el 20 de junio de 1820, empobrecido y lejos de su familia.

Si bien no se casó, de sus amores con una joven tucumana nació su hija, Manuela Mónica, que fuera enviada por su pedido a Buenos Aires, para instruirse y establecerse.

También tuvo un hijo con María Josefa Ezcurra. Juan Manuel de Rosas y Encarnación Ezcurra, hermana de María Josefa, adoptan al pequeño, que pasa a llamarse Pedro Rosas y Belgrano.

Sólo un diario, “El Despertador Teofilantrópico” se ocupó de la muerte de Belgrano, para los demás no fue noticia.

Culminaba así una vida dedicada a la libertad de la Patria y a su crecimiento cultural y económico.

En este sentido, se destaca de Belgrano que fue el promotor de la enseñanza obligatoria que el virrey Cisneros decretó en 1810.

Se destaca también su labor como periodista (después de su actuación en el Telégrafo Mercantil), creó el Correo de Comercio, que se publicó entre 1810 y 1811, y en el cual se promovió la mejora de la producción, la industria y el comercio); y como fundador de la Escuela de Matemáticas (en 1810, costeada por el Consulado), y de la Academia de Matemáticas del Tucumán, que en 1812 instauró para la educación de los cadetes del ejército.

La Bandera Nacional

Belgrano es el creador de la bandera “azul y blanca” y no la “celeste y blanca” que impusieron Sarmiento y Mitre. La bandera, creada en Rosario el 27 de febrero de 1812 por Belgrano inspirada en la escarapela azul-celeste del Triunvirato, debido al color de la heráldica, que no es azul-turquí ni celeste sino el que conocemos como azul.

Nada tuvo que ver el color del cielo con que nos quisieron convencer. El Congreso sancionó la ley de banderas el 25 de enero de 1818 estableciendo que la insignia nacional estaría formada por “los dos colores blanco y azul en el modo y la forma hasta ahora acostumbrados”.

Tampoco fueron “celeste y blanca” las cintas que distinguieron a los patriotas del 22 de mayo, sino que eran solamente blancas o “argentino” que en la heráldica simboliza “la plata”.

Fueron solamente blancas.

La cinta azul se agregó como distintivo del Regimiento de Patricios.

Pero tampoco era celeste, sino tomados del azul y blanco del escudo de Buenos Aires.

Azul y blanca fue la bandera que flameó en el fuerte de Buenos Aires, en la Batalla de Ituzaingó durante la guerra con Brasil, y en la guerra del Paraguay. En 1813, José Gervasio de Artigas le agregaría una franja colorada (punzó) cruzada para distinguirse de Buenos Aires sin desplazar la “azul y blanca”.

La bandera cruzada fue usada en Entre Ríos y Corrientes.

La cinta punzó fue adoptada por los Federales, mientras los Unitarios, para distinguirse, usaron una cinta celeste, y no el azul de la bandera.

Cuando Lavalle inició la invasión “libertadora” contra su patria (apoyado y financiado por Francia) también uso la bandera “celeste y blanca” para distinguirla de la nacional. …..

“ni siquiera enarbolaron (los libertadores) el pabellón nacional azul y blanco, sino el estandarte de la rebelión y la anarquía celeste y blanco para que fuese más ominosa su invasión en alianza con el enemigo” (Coronel salteño Miguel Otero en carta Rufino Guido, hermano de Tomas Guido, el 22 de octubre de 1872. Memorias. ed. 1946, pág. 165).

Juan Manuel de Rosas, para evitar que al desteñirse por el sol, se confundiera con la del enemigo, la oscurece más, llevándola a un azul-turquí.

¿Por qué Rosas eligió el azul turquí? Por varias razones: porque el “azul real” es más noble y resiste por más tiempo, al sol, a la lluvia, etc.

Rosas pensó que el color argentino era el azul, porque así lo estableció el decreto de la bandera nacional y de guerra del 25 de febrero 1818, y también porque el celeste siempre fue el color preferido de liberales y masones.

Fue la bandera que, sin modificarse la ley flameó en el fuerte, en la campaña al desierto (1833 – 1834) en el Combate de la Vuelta de Obligado y en Batalla de la Angostura del Quebracho (1845 – 1846), y la misma que fue saludada en desagravio por el imperio ingles con 21 cañonazos.

El 23 de marzo de 1846 Rosas le escribió al encargado de la Guardia del Monte, diciéndole que se le remitiría una bandera para los días de fiesta, agregando que “…

Sus colores son blanco y azul oscuro con un sol colorado en el centro y en los extremos el gorro punzo de la libertad.

Esta es la bandera Nacional por la ley vigente. El color celeste ha sido arbitrariamente y sin ninguna fuerza de Ley Nacional, introducido por las maldades de los unitarios.

Se le ha agregado el letrero de:

¡Viva la Federación! ¡Vivan los Federales Mueran los Unitarios!”.

La misma bandera se izó en el Fuerte de Bs. As. el 13 de abril de 1836 al celebrarse el segundo aniversario del regreso de Rosas al poder.

La misma bandera que Urquiza le regala a Andrés Lamas y que hoy se conserva en el Museo Histórico Nacional de Montevideo.

Rosas, quiso que las provincias usaran la misma bandera y evitaran el celeste, y con ese propósito mantuvo correspondencia, entre otros, con Felipe Ibarra, gobernador de Santiago del Estero, entre abril y julio de 1836.

“Por este motivo debo decir a V. que tampoco hay ley ni disposición alguna que prescriba el color celeste para la bandera nacional como aun se cree en ciertos pueblos.” (José Luis Busaniche)

“El color verdadero de ella porque está ordenado y en vigencia hasta la promulgación del código nacional que determinará el que ha de ser permanente es el azul turquí y blanco, muy distinto del celeste.”

Y le recordó que las enseñas nacionales que llevó a las pampas y la del Fuerte, tenían los mismos colores, y que las mismas banderas para las tropas fueron bendecidas y juradas en Buenos Aires.

Rosas usó la azul y blanco y le adicionó cuatro gorros frigios en sus extremos, según Pedro de Angelis, en honor a los cuatro acontecimientos que dieron nacimiento a la Confederación Argentina: el tratado del Pilar del 23 de febrero de 1820 (que adoptó el sistema Federal), el Tratado del Cuadrilátero (de amistad y unión entre Bs. As y las provincias), la Ley Fundamental de 23 de enero de 1825 (que encargó a Bs. As. las relaciones exteriores y la guerra) , y el Pacto Federal del 4 de enero de 1831 (creación de la Confederación, a la que se adherían las provincias).

Derrocado Juan Manuel de Rosas, Sarmiento adopta el celeste unitario en vez del azul de la bandera nacional.

En su “Discurso a la Bandera” al inaugurar el monumento a Belgrano el 24 de septiembre de 1873 señaló a la enseña de la Confederación como un invento de bárbaros, tiranos y traidores, y en su Oración a la Bandera de 1870, denigra la “blanca y negra” del Combate de la Vuelta de Obligado diciendo además que “la bandera blanca y celeste

¡Dios sea loado! no fue atada jamás al carro triunfal de ningún vencedor de la tierra”.

Mitre se basa en el “celeste” basándose entre otros argumentos en un óleo de San martín hecho en 1828, como si el color adoptado por un artista fuera argumento suficiente.

El general Espejo, compañero de San Martín, en 1878 publicaba sus Memorias y recordaba como azul el color original de la bandera de los Andes conservada desteñida en Mendoza.

Pero Mitre lo atribuyó a una “disminuida memoria del veterano”.

En 1908, ante la confusión existente y a pedido de la Comisión del Centenario, se estableció el color azul de la ley 1818 para la confección de banderas.

Sin embargo, siguió empleándose el celeste y blanco, en lugar del la gloriosa “azul y blanca” La misma bandera que acompaño a San Martín en su gloriosa gesta y la misma que acompaño los restos del propio Juan Manuel de Rosas en Southampton.

Fuente
Antook – Manuel Belgrano (2007).
Corvalán Mendhilarzu, Dardo: “Los Colores de la Bandera Nacional”. Hist. de la Nac. Arg.
Educar
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado.
Fernández Díaz, Augusto: “Origen de los Colores Nacionales”. Revista de Historia, Nº 11.
HT (Hijo ‘e Tigre) – La Bandera Nacional.
Ramallo, Jorge María: “Las Banderas de Rosas”. Rev. J. M. de Rosas, N’ 17.
Ramirez Juárez, Evaristo: “Las Banderas Cautivas”.
Rosa, José María – Historia Argentina.

revisionistas

lunes, 7 de junio de 2010

UN EXTRAÑO EPISODIO QUE FUE SILENCIADO POR EL GOBIERNO

Grupo comando intentó robar el arsenal de un batallón en Corrientes

Un grupo de delincuentes ingresó el pasado fin de semana fuertemente armado por el costado del Batallón de Comunicaciones 121 del Ejército Argentino con asiento en la ciudad de Mercedes (Corrientes) con fines de sustraer un grueso arsenal de guerra y antes de escapar se enfrentó en un intenso tiroteo con los soldados.

Durante el intercambio de disparos los delincuentes lograron escapar por un campo lindante, dejando el botín sustraído abandonado por el camino.

Los soldados -y aparentemente también los incursores- resultaron ilesos.

A pesar de un rastrillaje por el lugar no se pudo dar con el paradero de los sujetos, quienes se presume, huyeron en un vehículo particular que los aguardaba a pocos kilómetros.

Cabe recordar que no es la primera vez que dicho lugar es escenario de un hecho de esta naturaleza, ya que a principios de noviembre del 2009 hubo un ataque a la unidad en el que se efectuaron varios disparos.

Cómo fue el operativo

El violento robo -sobre el que no hubo información oficial- ocurrió durante la madrugada del pasado sábado 29 de mayo en el interior del Batallón de Comunicaciones 121 del Ejército Argentino ubicado en un sector de la avenida República Oriental del Uruguay, al Sur de la ciudad de Mercedes, cuando una de las zonas denominada “Los Polvorines” era custodiada por un soldado.

El grupo de delincuentes fuertemente armados planeó ingresar a las casillas donde se guardan los arsenales de guerra y dicho armamento había sido el botín que buscaban.

Ingresaron por un costado del predio que cruza la Ruta 119 tras saltar un alambrado perimetral.

Agazapados llegaron al lugar y violentaron una de los depósitos, sustrayendo escopetas, fusiles y otro armamento de grueso calibre.

Al ser descubiertos por la guardia se desató un intenso tiroteo mientras los sujetos escapaban.

De los disparos efectuados, tres de ellos fueron hechos por un fusil y dos de escopeta con que repelieron los ladrones.

Durante la huida lograron salir del predio, dejando por el camino el botín sustraído.

Tras una inspección por el lugar secuestraron las municiones y no lograron atrapar a los sujetos, quienes se estima que escaparon en un vehículo particular que los esperaba a pocos kilómetros.

Investigaciones

Fuentes allegadas a la investigación indicaron que el intento de robo había sido planeado meses atrás por una banda de delincuentes que no sería de dicha localidad pero sí de una cercana.

Hasta ayer no había novedades acerca de las detenciones o no de los sujetos.

Por el hecho, el batallón militar montó un amplio operativo en el cual participaron casi una docena de uniformados, incluso los que estaban de franco de servicio.

Los investigadores continúan con cautela las pesquisas tratando de dar con el vehículo que supuestamente trasladaba a los delincuentes.

Alexis Di Capo