"No quiero que me lloren cuando me vaya a la eternidad, quiero que me recuerden como a la misma felicidad".
Claro que sí.
Esta noche perdimos al máximo ídolo popular de los argentinos.
Esta noche perdimos al máximo ídolo popular de los argentinos. Alguna vez lo predijo en la letra de "Una muchacha y una guitarra" cuando decía que no quería que lo lloraran cuando se vaya a la eternidad y que su voluntad era que lo recordaran como a la misma felicidad.
Pues bien, este el recuerdo entrañable del Sandro que quedará en la memoria colectiva de todos los argentinos.
Desde hoy, Sandro pasa por derecho propio a formar parte de los argentinos inmortales que quedarán por toda la eternidad como parte de nuestra identidad nacional.
A sus familiares, amigos y seguidores (entre los cuales me incluyo, puesto que Sandro es uno de los auténticos pioneros del rock and roll en español) mis condolencias.
Y para el "Gitano" sencillamente el recuerdo con una sonrisa y la gratitud por todos los momentos de felicidad que le ha dado al castigado pueblo argentino.
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