(carta de Navidad)
El arbolito de Navidad de El Calafate, amanecerá el 25 con una carta.
Una… que está firmada por Papá Noel.
Quien esto escribe, les puede adelantar una copia en exclusiva.
Dice así:
A ustedes dos:
No he sido yo el que les dejó el sobreseimiento de vuestro enriquecimiento.
Papá Noel soy yo: Uso barba y no me pinto los labios.
No les dejo regalo alguno por cuanto he visto que se sirvieron de las arcas de la Patria a vuestro antojo, arrancando de sus entrañas lo que han querido, de un modo tan impúdico e inescrupuloso que jamás he visto desde mi trineo.
Quiero que sepan que apenas vean el sobreseimiento que les ha obsequiado este famoso tribuno de baldío, tomarán conciencia que ha de ser, precisamente ese, el principio de vuestro fin.
Ustedes fueron socios políticos unos 16 años, durante los cuales imaginaron todas las situaciones posibles para eviscerar la Nación.
Vuestra práctica ingénita fue siempre el salvajismo político.
Ningún niño pobre o indigente de los que he visitado, recibió jamás nada de ustedes.
Saben bien que lo sé.
Dentro de ese concepto, para ustedes no tuvo espacio ni la ética, ni la ontología, ni la más elemental idea cívica.
Y mucho menos la conciencia crítica o la más pobre exhibición de democracia.
Inventaron la democracia ortopédica un remedio sociológico para nuestra fauna.
Han sido ambos unos salvajes, con objetivos muy claros : Necrofilia política
Prefirieron que siga flotando mansamente en este escenario, la tonta polémica sobre si mandaba uno u otro.
El efecto psicológico de un comando ejercido desde las sombras, tuvo para ustedes (muy vivos) como especial ventaja, que, su carácter hipotético, permitió disolver culpas, confundir responsabilidades.
También devino en una especie de ventaja exculpatoria, al abrir una disyuntiva en las preferencias de la creencia social, quien, cruzada por la incertidumbre, diagnosticaba bicefalía y se quedaba así hipnotizada como una idiota con ese sentimiento de éxtasis.
Y la imaginación colibrilla de la gente, absolutamente en ascuas, voló hacia cualquier posibilidad.
Bastó que nadie se anime a negarla.
Todavía hay gente que no se dio cuenta del salvajismo que ustedes encarnan.
Los que se dieron cuenta… actuaron como si le importara realmente un bledo.
Entre todos ellos, se halló siempre la masa crítica de los que votaron en este país y que así, han ido marcando nuestro destino… eligiendo por el método de “prueba y error” entre la caterva de sátrapas que integra la dirigencia política.
La mayoría de la gente permaneció siempre indiferente o perpleja ante vuestras trapacerías o salvajadas políticas de cualquier estilo e incluso las consideró como algo connatural con el uso del poder… en estas tierras.
Se creyó, de buena fe, que la discrecionalidad en el uso del gobierno era algo absolutamente comprensible y propio de nuestros sistemas tradicionales.
Todos se justificaron luego, suscribiendo el desencanto y aceptando el error.
La gente eligió volar por el aire en su alegría, al elegir… cada mañana… el mejor enfoque.
Y volaron todos.
Los que he visitado… los que merecieron regalos y los que no.
Todos volaban.
Y en ese vuelo raudo, de los argentinos… han ido también los dirigentes del campo, la soja, De Angelis, los desaparecidos olvidadísimos como López, los muertos de hambre, la ola de delincuencia, los índice truchos del Indec, los presidentes inútiles, los piqueteros premiados, los controladores de precios, los inversores espantados, los arrepentidos, los super poderes vivos, los secuestradores y marginales, los exportadores de carne, los brasileños que nos pasaron por arriba, los monotributistas, los imbéciles, los ideólogos de la patagonia, los carpetazos , los travestis políticos, ustedes dos y todos los enormes tránsfugas de la moral que llegaron al gobierno junto con ustedes.
A todas estas personas las acompañaron en ese vuelo increíble, los negadores de la grieta social, los empresarios que les temieron siempre a ustedes y se arrastraron a sus pies ….y las encuestas de vuestro sistema falsario.
Y muchos otros, pendulando, entre el desdén y la alegría, volaron también:
La Constitución molida a patadas por los cientos de decretos de necesidad y urgencia, el sarcófago bruñido de todas las instituciones de la República, la seguridad jurídica en coma , los asaltados anónimos de todos los días , los sponsores de drogas para la campaña suya señora, el cinismo del lacayo hidrocéfalo Luis D’Elía, vuestro amigo el pederasta, la declaración jurada de bienes de vuestra linda familia, el impuesto al cheque, los 16 gobernadores comprados por 20 dineros, Duhalde acusado de narco por el augusto equilibrio que ustedes encarnan, el fusil oxidado de Kunkel y el rimmel negro que usted lleva hoy en su cartera Fendi.
No se salvó nadie de levantar vuelo.
Pero sepan ustedes que el sueño de nobleza, la esencia de Patria ó acaso los restos de ella, permanecen incólumes sin que los afecte el vértigo de ese vuelo alucinante, sin que las partículas del viento les produzcan el desgaste de locura que ha dejado a los seres humanos en este país en estado de estupidismo crónico ó de criminalidad latente.
El arte, el talento, la solidaridad y la templanza en las sociedades como la nuestra no están presentes en ningún escaño del Congreso, ni tampoco en los bolsillos de Julio De Vido.
La honestidad y la nobleza de los ideales, tampoco están en ese viaje alucinante.
Están quietos … en alguno de los puntos del espacio que marca el recorrido de ese vuelo… y flotan allí… esperando subirse a alguna nave.
Ustedes despreciaron tomarlos un día y salvar algún pedazo de pellejo de la condición decente que podría habernos servido para poner el país a brillar alguna vez, a darnos orgullo de confiar en él . . . alguna vez.
Y sabían bien… que nadie les iba a regalar nada en estos confines extrauterinos del mundo.
Que aún con viento de cola, necesitarían la silla de ruedas, el stalinismo impositivo y la artificialidad confiscatoria de vuestras arbitrariedades para sostener el superávit que tenemos.
Seguir siendo un país ninguneado por todos, mientras duró este vuelo , no es algo que hubiéramos podido evitar tan fácil mientras fuimos llevados de la mano, mudos y silenciosos, por un par de canallas como ustedes…
inspirados en el resentimiento ideológico y entrenados con tanto esmero en las artes de la hipocresía.
Jamás han sabido hacer nada en bien del país y nunca supieron darnos algún miserable motivo de orgullo.
¿Volverá alguno de ustedes… con una careta nueva… a postularse?
¿Alguno de ustedes dos desea ser ungido nuevamente para dirigir nuestros destinos y seguir, del mismo modo… arruinándonos la vida ???.
Pues sepan ambos que la gente parece haberse dado cuenta de la estafa y que será difícil que ustedes los engañen otra vez.
No han de poder… otra vez, dejar a todos perplejos.
Mirando desde el alegre optimismo… esquivando, en una contorsión ese maldito escepticismo, parte de una mirada realista a la que ya no pueden obligar a todos cada mañana, de cada día, de cada hora de sus vidas.
Ustedes dos han hecho un destrozo formidable con discursos “urbi et orbi” diciendo que los delitos no deben reprimirse, que el desempleo no ha dejado de bajar, que la inversión sigue llegando al país a raudales, que hay una seguridad pública restaurada y que… lo malo es bueno… y que lo bueno es malo.
Un niño de 5 años me dijo ayer que… se notaba mucho que el sobreseimiento que les obsequió el Juez Procusto…
fue un servicio por monedas.
Y me agregó… “pero Papá Noel.. los reyes magos son los padres...”
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